Vistas de página en total

jueves, 29 de diciembre de 2016

Entrada X - Transformaciones.

Ayer fui con una buena amiga al centro de la ciudad a pasar la tarde. Cerca del ayuntamiento han montado un espectáculo donde ilusionistas hacían trucos, podías hacer rompecabezas, reflejarte en espejos que cambiaban tu físico, etcétera. Lo que más me llamó la atención fue un abeto hecho de cuerdas y papeles donde podías colgar un deseo, similar al tanabata japonés. Mi amiga y yo decidimos colgar un deseo, y mientras yo escribía el mío pensaba "Vaya gilipollez desear con toda tu alma, si nadie hace nada todo va a quedarse igual". Vi a  mi compañera sonreír mientras dibujaba en su papel, hice una broma y fuimos a colgar nuestros deseos. Una vez allí y con los deseos colgados empezamos a leer deseos de la gente: había un "#contigo", un "salud para mi rodilla",... 

La verdad es que esto fue gracioso, pero me entraron ganas de llorar cuando leía cosas como: "Que a todo el mundo le traigan lo que han pedido", "Quiero que mi mama salga del hospital", "Que todos los niños puedan celebrar la Navidad con familia",... 

Mi pregunta no es cómo pueden desear estas cosas, sino ¿Cómo no podemos desearlo todos? Aclaro: ¿cómo hemos cambiado tanto la mentalidad en comparación a nuestro yo pequeño? ¿Y en qué momento fue? 

De verdad es que me pongo tristemente triste por estas cosas. 

Esta entrada no ha sido una en la que quiera expresar algo en forma de narrativa, sino algo que quería contaros como persona. Opinad, por favor, ¿qué es lo que nos transforma? ¿qué hacemos mal? o... bien. 

Saludos y felices fiestas.

martes, 13 de diciembre de 2016

Entrada 11 - Mímí

Un día como otro cualquiera, Mímí iba dirección a la estación para coger el tren que le llevaría al trabajo. De camino se encontró a un señor estropeado y afeado tirado en un banco. A Mímí no le importa cómo vaya vestida le gente, sabe que realmente lo que importa está en el interior. Cuando el señor se levantó y se dirigió hacia Mímí, ésta no preguntó por su estado ni le ofreció ayuda. Simplemente sacó su smartphone e hizo como si le llamaran.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Ya una vez en el tren se encontró con un compañero de trabajo. ¡Su compañero no es muy agraciado, pero se lo quiere un montón! Se conocieron hace cinco años en la oficina, y desde entonces son buenos amigos, ¡suelen quedar incluso para ir al cine y cenar a solas! Mímí desea encontrar algún día a alguien como su compañero, y mientras él acaricia su mano y le mira a los ojos, ella piensa en lo que hará después de cenar.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Cansada, Mímí marchó de compras. De camino, un hombre le paró por la calle preguntándole si estaría dispuesta a colaborar con una ONG. Mímí aceptó y dejó su mail para que le llegase información. Acto seguido, se despidió de ese hombre que pasa gran parte de su día luchando por el tercer mundo. Justo después, Mímí entró a una tienda de la compañía Inditex.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Ya en la cama, Mímí recibió un vídeo de su mejor amiga que le incitaba a verlo justo al instante. Mímí abrió el archivo y no pudo evitar llorar ante la tortura que en esa perrera sucedía. Mímí se secó las lágrimas y contestó a su amiga con las peores palabras mal sonantes sobre los agresores de ese vídeo, y tras eso, Mímí, apagó la pantalla del móvil.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Mímí estaba realmente cansada, pero no podía dormir. Por eso, encendió el televisor únicamente para distraerse. En la pantalla salía un anuncio sobre la integración de los refugiados en su ciudad. Mímí no le dio la más mínima importancia hasta que un “Últimas noticias” mostraba el atentado que estaba ocurriendo en el país vecino. Mímí, nerviosa miraba con atención la televisión hasta que se quedó dormida bien entrada la madrugada.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Mímí se despertó exaltada. En su pesadilla despedían a su hermano de la fábrica dónde trabajaba y se iba a vivir con ella. Mímí estaba un poco acelerada, porque sabía que con el gobierno actual, esa situación era posible. Una vez calmada se dirigió al trabajo nuevamente, encontrándose de camino con una manifestación en contra de las medidas del gobierno. Enfadada, Mímí tuvo que andar hacia la siguiente estación para coger su ansiado tren.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Entrada 10 - Deseos.

A veces deseo creer en Dios. A muchos de vosotros os puede hacer gracia, pero lo pienso de verdad. Deseo creer que hay algo que nos ha creado, deseo creer que hay algo que decide mi destino, decide quién entra en mi vida y quién se va. 

Deseo creer en un Dios que deja morir a miles de personas cada día mientras otras se bañan en dinero, beben mujeres y mantienen relaciones con champán. 

Deseo creer en un Dios que mantiene en la cúpula a gente codiciosa que engaña a su pueblo y que hace que socialistas que han defendido los derechos de los suyos se queden semi-vegetales, haciendo sufrir a sus familias en vez de alzarlos hacia el paraíso donde tan bien descansan personas importantes.

Deseo que Dios me conteste a todas estas preguntas que tengo en mente y que acabarán matándome por dentro si no lo hago yo antes por fuera. Lo necesito, soy egoísta. Necesito que una fuerza omnipotente, omnipresente y omnisciente calme nuestras almas en este supuesto "mundo de sufrimiento" donde la igualdad de género es vapuleada como un sucio felpudo que contiene barro de esos agricultores que nadie escucha porque estamos demasiado ocupados pensando "qué cenaremos" mientras estamos almorzando. 

Deseo creer en Dios para no quedarme sin palabras al ver ángeles en este mundo, ángeles que aunque duerman en camas de otros, tengan el corazón entregado o hayan cambiado de peinado hagan sentirme tan diminuto con su belleza como esos versos que tanto me gustan. 

Deseo poder entender esos versos y entender a esos ángeles tanto como deseo poder creer en ti, en tu fuerza, en tu bondad.

Deseo arrodillarme y rezarte como aquellas tantas tardes cuando me arrodillaba para  ascender a otras personas al cielo con mi boca.

Deseo llegar al cielo y besar tu boca, oh, Dios mío; que sin ser mío ni un solo día te deseo más que a mi primer amor en esos tiempos o esos abrazos que mi abuelo me brindaba en su cama.

Permitidme, que ya puestos a desear, desee que vosotros creáis en Dios por mí porque yo no puedo. 

Creed en ese Dios que todo lo puede hacer cuando yo no pueda hacer nada. 

Creed en ese Dios que en todos lados está cuando yo no esté. 

Y si no podéis creer en Dios, deseadlo. Deseadlo como yo lo hago para no tiraros hasta las 3 de la noche en un bar, olvidando a los suyos. Deseadlo aunque no creáis que no exista, por favor. 

Así no seré el único acólito de esta religión.

martes, 8 de noviembre de 2016

Entrada 9 - Dictadura.

Desde mi infancia me han dicho que soy un chico muy impulsivo y que debía calmarme. "¡Rojo! ¡Relájate un poco!" Solían decirme. Con el paso del tiempo pude domar estos impulsos que nacen dentro de mí y actuar como los demás. Un buen día conocí a Gris. Gris, al contrario que yo, es una persona calculadora y plantea cada situación antes de ejecutarla. Muchas veces envidio su comportamiento, porque me he metido en bastantes problemas por culpa de mi efusividad. Pero ahora odio su forma de actuar. 

Nos destinaron a trabajar en la misma unidad, nos dijeron que éramos la pareja perfecta. "Un impulsivo y un calculador, es perfecto. Es una mezcla armónica, casi angelical. Os completáis mutuamente. Sois perfectos". Ojalá lo fuéramos. 

Como siempre lo he visto más sensato, he dejado que él opere la mayor parte del tiempo. Y créeme que no ha ido mal. Lo que realmente me molesta es que no me deja decir absolutamente nada. ¿Qué hay de mis deseos? "No, Rojo, no es el momento", suele decirme. Y yo me pregunto: ¿cuándo lo es? ¿Cuándo podré actuar como realmente quiero? Ahora es imposible. Imposible al 100%. Gris lleva las riendas, Gris es quién dirige el cotarro ahora. Intenté comunicarme con mis hermanos, también Rojos, también impulsivos. 

Pero ellos también están siendo dominados por los Grises y no pueden hacer nada. ¿Qué deberíamos hacer? Yo, desde este pequeño lugar, desde este individuo digo: "¡Revolución!", pero ahí fuera solo se escucha "Estoy de acuerdo". Yo, desde aquí mascullo: "Ayuda", pero ahí fuera solo se escucha "Estoy bien, tranquilo". Yo desde aquí lanzo: "Te amo" y ahí fuera solo se escucha silencio.

Historia breve: La familia.

- Sé que no estás de acuerdo conmigo en muchos aspectos, hermano, pero estamos juntos en esto. Quieras o no. No sabes cuánto te agradezco el que sigas a mi lado después de todo, fuiste tú quién me salvaste y fuiste tú el que convenció a La Familia de acogerme. Por eso te digo que debemos permanecer fuertes y unidos, porque solo de ese modo sobreviviremos. 

- Quiero entenderte, y me caes bien. Pero es que no puedo seguir a tu lado. No puedo permitir que dividas a La Familia de esta manera, porque al fin y al cabo, todos sufriremos.

- Sabes que mi intención no es dividirla, no es truncar estos vínculos, ¿por qué te sigues torturando con lo mismo?

- Es que parece que lo quieras. ¿Por qué te comportas así? ¿Por qué haces cosas que me duelen? ¿Por qué? No lo entiendo.

- Yo... Es la única manera que tengo de hacer feliz a la gente. 

- Pues esa "felicidad" me está matando.

- Entonces, ¿quieres que deje La Familia? ¿Qué quieres? ¿Que cuando el tiempo nos asalte no esté para brindarles risas? ¿Que cuando haga frío no esté para arroparles? Dime.

- No... Tampoco es eso...

- ¿Entonces? No es por La Familia, ¿verdad? 

- Sí, bueno... No por toda ella.

- Entiendo. Entiendo que tu corazón llore mientras muestras una sonrisa. Entiendo que sonrías y dejes de hacerlo cuando no miramos. Pero lo que no entiendo es por qué no me dices el motivo. ¿Por qué si tanto daño te hago no vienes y encontramos una solución? Al fin y al cabo, ¿no somos de la misma Familia?

- ... Quizá tengas razón. Quizá la tengas...

- Quizá la tenga. Pero si no lo haces lo que tengo es dolor.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Entrada 8 - Una idea que lleva rondándome la cabeza bastante tiempo

En estos tiempos que corren es más que obvio que no puedes depender de solo tu pareja para satisfacerte sexualmente. No soy muy partidario del onanismo, la verdad, y discutiendo con la almohada decidí que seguiría amando a mi esposa mientras tenía sexo con otras. Es una idea que lleva rondándome la cabeza bastante tiempo, y esta última semana me he mentalizado para ello. Mi mujer y yo somos los huéspedes de una fiesta a la cual están acudiendo bastantes chicas (unas 10 o así). Solo tengo que encontrar el momento adecuado, cuando mi esposa se vaya, para que esto se convierta en Sodoma y Gomorra; para que esto se convierta en aquello que llevo deseando tanto tiempo. 

Primeramente tanteo la zona, observo a mis futuras amantes, vestidas la mayoría con esos leotardos tan suaves que hacen que la sangre de mi cuerpo se concentre en una sola zona. Tras pensar en lo que sucederá a continuación, le hago un gesto a mi mujer para que ella salga de la habitación. Ha llegado la hora, y por eso cierro la puerta con esos vidrios translúcidos que apenas dejan ver lo que está pasando dentro. Doy una palmada fuerte y todas me miran, ha llegado mi momento. 

Me desabrocho el cinturón poco a poco, dejando caer mis pantalones al suelo. Alguna de ellas ríe inocente, sobre todo esa con ese coletero rojo atado a su cabello, que sin duda es mi favorita y la última con la que jugaré esta tarde. Con los pantalones en el suelo y el cinturón en la mano, agarro a la primera chica por el pelo, atándole las manos con el cinturón. Ella, que a esta altura ya está temblando, rompe a llorar, contagiándole el llanto a sus compañeras. Pero esto acaba de empezar. 

Noto su carne en mi carne, tan apretada que es casi imposible hacer nada. Intenta desatarse, pero un simple puñetazo en la nuca sirve para callarla y para que detenga sus movimientos. Ahora sí que consigo estar dentro de ella, pero solo pasan cinco minutos y ya estoy cansado.

Las arrincono contra la pared, y agarro a una por el cuello. Es simple cuando están muertas de miedo, son frágiles. Y yo las voy a romper.

Tras quince minutos y cuatro amantes más, escucho pasos tras la puerta. Es mi mujer, golpeando el cristal queriendo entrar. Aun no he probado a mi favorita, así que, que espere fuera. Cogiéndola por el cabello, le quito el coletero y le bajo los leotardos, viendo el paraíso entre sus piernas. No sé si es por su coñito apretado o por su rota voz que cada vez estoy más y más cachondo, hasta que eyaculo dentro de ella, dejándola en el suelo como sus 5 anteriores compañeras. Justo en ese momento, mi esposa consigue abrir la puerta con la única mano libre que le queda, y horrorizada al ver el panorama, deja caer el pastel al suelo, chafándose las princesas Disney que tanto le gustan a mi hija.

Pero yo sé que le gusta más ese coletero rojo. 

martes, 4 de octubre de 2016

Entrada de Paja.

Llevo 15 minutos aproximadamente escribiendo la introducción a esta entrada y hoy más que nunca me está costando muchísimo. Para empezar me gustaría agradecer tu visita, ya que entras siempre por propia voluntad a darme ese amor que tan feliz me hace. Son ya 1300 lecturas la que me habéis brindado y muchos comentarios son los que han llegado a mí, así que gracias.

Llevo casi 6 meses planteándome diferentes sendas que seguir, para lograr mi felicidad y la felicidad de los de mi alrededor, pero creo que no puedo conseguirlo. Sé que os puedo hacer reír con cualquier tontería, sé que podéis pasarlo bien cuando estáis, recordando una buena tarde. Pero solo pensar que estáis mal, que tenéis altibajos, que no podéis solucionar problemas; me duele. Pensad que soy un idiota, un soñador que desea que todo el mundo esté feliz. ¿Pero es que no es lo que queremos al fin y al cabo?  

Tengo un gran amigo con el que debato de estas cuestiones cuando solemos coincidir, pero tiene la vida ajetreada y poco nos vemos. Aunque sean 3 horas charlando, me parecen cinco minutos porque jamás llegamos a una conclusión clara, pero siempre hay una magnitud presente: la felicidad. Y es que puedes estar en menos de un segundo en la otra cara de la moneda. Ahora, discutiendo con una amiga me estaba chafando un poco, pero es que ha sido entrar a Twitter y ver un retweet de una intro de unos dibujos de la infancia y es que se me ha cambiado la cara.

Esta entrada está quedando como "de paja", como la paja de antes de dormir para quedarte a gusto. Y creo que me conformo con ello. Siempre que estés cabizbajo, que tus labios hagan un arco hacia arriba, intenta focalizarte en otra cosa. Por ejemplo, yo llamo a una amiga gallega con la que compartí unos buenísimos días, hablo con una madrileña que odia mis gritos o simplemente digo por cualquier grupo (ya sea de lobos, de cerveza o de Almería) y ellos me dan conversación guapa. Quizá no me quiten el malestar del momento, pero es un remedio paliativo que me hace sonreír.

(Quiero deciros que si alguna vez os sentís así, estoy aquí para todos).

Gracias de nuevo, lector mío; y recuerda que una buena paja antes de dormir viene bien de vez en cuando.

martes, 9 de agosto de 2016

Entrada 7 - La gran película

A medio año de llevar dos décadas en este mundo, puedo afirmar (y tú también) que la mayoría del tiempo que llevo aquí ha sido bebiendo de diferentes lugares, ya sea manga, cómic, serie, película, libro, videojuego,… Creo que ha llegado el momento de poder hablar un poco de los personajes que componen las fuentes que antes he citado para equipararlos con nosotros, los personajes de la “vida real”. Así que, si quieres acompañarme en esta aventura, adelante:

Quizá te estés preguntando “por qué te ha dado por esto ahora”, pero es un motivo muy fácil que voy a resumir en unas pocas líneas. Recientemente he finalizado un juego llamado Undertale, un juego que más que llegar al corazón llega al alma (te obligo a jugarlo), he retomado la serie de Billy Bat de Naoki Urasawa y acabé la primera temporada de Stranger Things. Todas estas obras tienen algo en común, y como ya habrás podido deducir, es la calidad de los personajes, incluyendo a los personajes secundarios. Ahora que ya sabes el motivo que me ha empujado a escribir esta entrada, metámonos directamente en el tema.

Apuesto todo mi capital actual a que tú, querido lector mío, has gozado de momentos inolvidables con personas que piensas que quizá te han olvidado. Has compartido una parte de tu vida con alguien que ahora es simplemente un extraño. Quizá hayas compartido buenos momentos con alguien al que ya no sueles estar tan atado como antes, pero sientes que esos momentos que has pasado junto a esa persona jamás se te olvidarán. Tú, en esta película llamada “vida” eres el guionista, director y protagonista; y aun así te sorprenden los acontecimientos que ocurren en ella. Durante el transcurso de la película se van presentando personajes que han estado ahí siempre y te enterrarán al final de ella (como la familia), se han presentado personajes cuya aparición te ha cambiado la vida (como el primer amor), y antagonistas o rivales que al fin y al cabo, no eran tan malos. Quiero que, mentalmente, selecciones a dos personas más de tu vida habitual, para que formen así el trío de protagonistas de tu vida. Genial, ¿no? Habéis luchado incontables veces contra el malvado tiempo, el único villano que se va para no volver; os habéis enfrentado contra el aburrimiento con millones de carcajadas; habéis salvado reinos de dolor y llanto con un solo abrazo.

Pero, querido lector mío, hay algo igual de importante que tus camaradas protagonistas en esta historia. ¿Aún no? Espera, volvamos a las tomas anteriores un momento: “[…] Habéis luchado incontables veces contra el malvado tiempo”, pero, ¿solo estabais vosotros, los protagonistas? Apuesto a que había un tabernero que os ofrecía agua fresca para sanar vuestras heridas, o una dulce monja que os decía buenas palabras. “[…] os habéis enfrentado contra el aburrimiento con millones de carcajadas” pero, ¿seguro que erais vosotros mismos los que las producíais o era un bufón adorable o una transeúnte avispada? “Habéis salvado reinos de dolor y llanto con un solo abrazo” pero apuesto que ese dolor no ha venido de la nada y alguien lo ha generado.

Quizá yo sea uno de los protagonistas de tu película (de lo cual me alegro), pero lo más probable es que quede opacado por la sombra de alguien. Si es así, querido lector mío, recuerda todos esos momentos que hemos tenido, recuerda todas esas carcajadas, llantos y enfados que nos hemos provocado, y te pido que nunca me olvides; que aunque sea un personaje secundario de tu vida, he formado o formo parte de ella.
Puedes pensar que soy un egoísta y que me quiero hacer notar en tu vida, y yo te digo que es todo lo contrario. Solo quiero hacerte ver que los pequeños momentos con personajes que quizá pienses que no has sido nada para ellos, realmente sí que importan porque al fin y al cabo, de momentos está hecha esta película.


Otro día más, querido lector mío, te agradezco que hayas entrado por propia voluntad en mi película y hayas leído el guion de esta función; déjame darte un último consejo por haber llegado aquí: No olvides que eres el personaje secundario de muchas películas y recuerda que aún no han salido los créditos. 

jueves, 7 de julio de 2016

Entrada número 6 - Mirando hacia atrás

Quiero aclarar que no he seguido ningún patrón, solo quería expresar lo que sentía rimando, así que no me fijé en la métrica. Muchas gracias por leer esta entrada, creo que es la más profunda que he hecho hasta el día de hoy (08/07/2016) y me encantaría compartirla con vosotros, ya que hablo sobre vuestra persona.

Gracias de antemano

[Para que no os perdáis en esta entrada he redactado una pequeña guía, que más o menos os servirá para llevaros al punto donde os interesa (veo obvio que no lo leáis entero si solo una parte va dedicada a vosotros, aunque sea una composición entera, se puede fragmentar):

Introducción: Estrofas 1-4
Amigas: 5-16
   Amiga que se apellida P: 5-6
   Amiga Vocaloid: 6-7
   Amiga de Madrid: 8
   Amigas Focas: 9-10
   Amigas Bachiller: 11
   Amiga Phoenix Wright: 12
   Amigas Claret G'98: 13-15
   Ella: 16.
Introducción a Amigos: 17
Amigos: 18-34
   Amigo Vecino: 19
   Amigo Bajito: 20
   Amigo Joker: 21
   Amigo Dibujante: 22
   Amigo Nasa: 23
   Amigo Batman: 24
   Amigo Botlane: 25
   Amigo Novio: 26
   Amigo Gordo: 27
   Amigo Ex-Primer Ministro: 28
   Amigo Perro: 29
   Amigos Lobos: 30-31
   Amigos Rol: 32
Claret: Generación 97: 33-34
Despedida:35


Estoy cansado
De toda la monotonía que hay a mi lado.
De tantas veces sin mérito ser premiado.
De soñar ir por el cielo sin ser alado.

Y es verdad que la vida es un regalo
Yo no estoy diciendo que lo mío sea malo.
Solo es que necesito un puto halo
Porque si no pasan los días y es la muerte lo que inhalo.

Lo único que me mantiene con vida
Es poder entregar todo lo que tengo a esta salida
Pues es la poesía la mujer que bien me cuida
Sin contar a mi madre que a estas horas está dormida.

Y ahora que hemos empezado
Uno a uno os veréis aquí nombrados
Os juro que esto, amigos, nunca ha estado hablado
Son cosas del corazón, que esta noche está antojado.

5
Repasando mi vida en esta silla
Quiero nombrar a una maravilla
Por “P” es su apellido de esa gran chiquilla
Que odia el tomate desde chiquitilla.

Que junto a otro gran (hermano)amigo
Éramos el trío legendario, el castigo.
Otra chica aparece ahora en mi mente digo
La que cuando necesito es mi abrigo

Acostado en su cama pienso que sigo
Escuchando vocaloid y no me fatigo
Es una chica más buena que el albarigo
Que discutimos sobre todo lo que investigo.

Lo siento chicos, las damas delante
No quiero ser machista solo elegante
A mi chica de Madrid la quiero como Dante
Que por Beatriz tuvo ese aguante.

Una chica en mi mente ahora está presente
Es la más callada de entre la gente
Está con un amigo porque lo siente
Sino que me peguen con un canto en el diente.

10
Está en un grupo proclamado focas
En mayor o menor medida están todas locas
Una tiene una amiga que levanta rocas
Ellas mismitas van cerrando bocas.

Dos menciones especiales me toca hacer
Sobre dos grandes chicas de bachiller
Una es una rubiaza ya lo puedes ver
Con la otra podría hablar hasta el amanecer

Una chica que conocí currando
Música kpop estaba sonando
Le puse una silla e iba progresando
Y sabe que el puto Phoenix Wright está al mando.

Del 98 del instituto de la infancia
Las que hicisteis que dejara la vida rancia
Mi primer amor-dolor, la elegancia
La que me hizo sentir la esencia de esta sustancia

Una rubia loca es su compañera
La rubia más putamente guerrera
La que le va muchísimo la música cañera
Y con la que viví una magnífica era

15
Otra que se pasa por mi mente
Le gusta ir de fiesta y disfrutar con su gente
Mataría por su Niño porque es muy grande lo que siente
Y su sonrisa alegra más que en verano una fuente

Esta es la última chica que voy a mencionar
Es la chica de mis sueños, la que no puedo olvidar
Ojalá que el destino no te permita cambiar
Aunque de algún sitio habrá que manquear.

Y no quiero dejarme ninguna atrás
Sé que faltas tú, mon amie dirás
Tengo mucho sueño, mira cómo vas
Pero yo a los chicos voy a meter en el compás

Tenemos a un vecino que es un hermano
Me ha visto en la ducha el puto marrano
Aun así sé que puede echarme una mano
Cuando no sepa el director cambiar de plano.

El que no fue al cine, el que es más bajito
El que para mear ya ni se saca el pito
Al que la cuenta de kilómetros quito;
Y al juntarnos los tres creamos un mito.

20
Tenemos al taekwondista crack del Naruto
Él hacia magia con el mando en un minuto
Y se convertía sin duda en el más puto.
Sin duda una relación con un gran fruto.

Paralelamente tenemos al dibujante
Del anime-manga y cómic es amante
Tenemos un sueño un tanto chocante
Pero seguro que lo echamos para adelante.

Ahora entramos al instituto
Llamamos a la NASA, con el que disfruto
Charlando libremente de algo diminuto
O sobre el espacio o el bien absoluto

Aplausos para mi amigo que niega
Es el que estando solos mi diversión bien riega
Y debatiendo sobre Batanga no reniega
Que Batman podría sembrar un territorio de liega.

Ahora pasamos a hablar de un chaval
Es un tío loco, una tranca de animal
Con el que en la botlane reventamos al rival
Y en mis roles siempre quiere combatir el mal.

25
Aquí llega el novio de antes
Os lo prestaría pero tiene echado el guante
Aunque el chaval parezca un poco distante
Es muy buen amigo y tiene una mente brillante.

El tío más hostiable que os podéis encontrar
Está muy gordo y una vez le hice llorar
Fue hace mucho, pudo hasta adelgazar
Y ahora al LoL bien puede jugar.

Tengo que hablar sobre el exprimer ministro
Que en vez de anti dice contracristo
Vino este año a clase de un imprevisto
Y ahora sin él yo ya no sé si subsisto.

Quiero darle un abrazo al dueño de ese perro
Que te muerde en la cocina; es un tío de hierro
Que aguanta las pelis como un autoferro
Aguanta los vehículos y a todos los gamberros.

Echo la vista a los lobetes
Y veo que ha quedado un buen grupete
Un par de cabezones un pelirrojete
Un puto Dumbo, Flecha Verde y un gran grumete.

30
Se encuentran ahí también un par de leyendas
Un apotecario que te lleva a una senda
Un puto barbudo que las birras arrienda
Y el puto Varo el rey de la contienda

El señor que nombra a Peret como un amante
Dos furias latinas que ya no son inmigrantes
Son buenos amigos como todos los de antes,
O sino que vayan en busca de diamantes.

Pronto amigos míos esto ha acabado
Solo mencionar a otro grupo cerrado
Ahí tenemos a un Jedi un poco alterado
Y a un friki calmado que le mola el sado.

Tengo que confesaros, mis amigos
A los de mi generación más bien os digo
Que es de lo que me arrepiento y es mi castigo
No haber pasado esos grandes años y aún me maldigo.

Lo siento por repetir en ese primero
Yo era un subnormal, era un tío cero
Y aunque en el patio hablábamos del Clero
Cuando os veo lejos siento que me muero.

35 
Tengo muchas cosas que decir, lo siento en el pecho
Escribiendo estas líneas no estoy satisfecho
Me faltan millones de personas, ese es el hecho
Y aunque esto está escrito aún me falta un trecho.

domingo, 20 de marzo de 2016

Entrada 5 - Guía de supervivencia.

“Somos inmunes”, pensaba. “Todo el mundo ha sido contaminado menos nosotros”. Estaba equivocada. Para los que me lean y no me conozcan, mi nombre es Dahlia y tengo quince años –de los cuales, más de la mitad, llevo huyendo de unas criaturas asquerosas-.  Cuando eres pequeño, los adultos de tu alrededor crean cortinas de humo sobre el tema, quizá, para hacer que tu niñez sea plena de júbilo; pero a medida que vas creciendo, te das cuenta de que estás viviendo en pleno apocalipsis. Por si acaso, querido lector mío, te relataré una pequeña guía para discernir a los inmunes de los infectados –y las clases que hay de estos-, ya que estas horribles criaturas se asemejan a nosotros, tanto en aspecto como en habla, pues habrán sabido adaptarse durante los años. Dicho esto, comencemos:

-       Infectado común: el infectado del que hablamos es el caso de más baja prioridad que vamos a tratar. El infectado común es también conocido como: infecta reparabilis. Como su nombre científico indica, el infectado se puede reparar, pero atención: acercarse a un infecta reparabilis puede desembocar un final trágico para la persona en cuestión. Por sí solo, el infectado común no es muy agresivo, es más, es inofensivo; pero a la hora de tratarlo, quizá contagie a terceros. La unión de dos infectados comunes da a un infectado mayor y más peligroso.

-       Infectado palurdo: como su propio nombre indica, este infectado, no brilla por su inteligencia. Es el resultado del acercamiento de dos infectados comunes. Estos, evolucionarán hasta convertirse en ansa fortem, nombre científico por el que se los conoce. Los infectados palurdos suelen ir juntos a todas partes –aunque también se pueden encontrar separados de su complementario-. Es importante alejarse de estos infectados, pues, a parte de hospedar la enfermedad, pueden degenerar a otros tipos de infectados –que comentaremos a continuación-, incluso más peligrosos que del que estamos hablando. Recordad, si sois una persona sana, ni se os ocurra acercaros a estos tipos de infectados. La propagación del virus se acelera inmediatamente después de hacerlo.

-       Infectado agresivo: Este tipo de infectado es el más dañino para la sociedad que encontraremos jamás. El infectado agresivo (cor fractus) es tan agresivo, que los propios infectados huyen de él. Algunas de las características de este infectado es que, está separado de su infectado palurdo, su estado de humor puede pasar de agresivo a deprimido, y lo más importante, su capacidad de contagio es superior o igual a la del infectado palurdo.

-       Infectado cambiante: este infectado es difícil de confundir con el infectado palurdo. El recentibus genus, suele ir acompañado, o bien de un recentibus genus o de un ansa fortem. El infectado cambiante tiene la capacidad de dañar a los otros infectados, en especial al infectado agresivo (su contraparte), aun así no podemos tomarlo como aliado. El infectado cambiante, como el infectado palurdo, tiene la capacidad de infectar a gran parte de la población en poco tiempo. Huir de este infectado es una parte clave para la supervivencia en el planeta Tierra.

-         Infectado solitario: el infectado solitario, conocido como vidui amans, se caracteriza –como su propio nombre indica- por vagar solo por el mundo. El infectado solitario, parece el más inofensivo de todos, incluso puede parecer una persona no infectada tras unos días de convivencia con él. El infectado solitario es el peor infectado de todos. Es el máximo exponente de los infectados antes mencionados, de los cuales también es una evolución. Por suerte, es fácil huir de ellos, pues suelen ser los más viejos de los infectados –habiendo también excepciones-, y salir corriendo de su lado es lo más plausible.

“¿Y si, tienes una guía tan perfecta, cómo es que ya no eres inmune?”, pensaréis; y es que no soy yo la infectada, sino mi compañero, Angus, del cual he tenido que huir. Angus y yo teníamos la misma visión del mundo, teníamos claro quiénes eran los infectados y el dolor que estos hacen a las personas normales. Decidimos huir de nuestro barrio –pues era una colonia de infectados-, y tras vagar durante años nos establecimos en una casa de campo, cerca de la central donde estaréis leyendo esto. “¿Cómo se infectó?” pensaréis, y la verdad, es que yo tampoco lo sé. Lo único que sé es que un día, volví a casa tras haber ido a buscar víveres, y fue allí cuando me encontré una mesa llena de velas, un suelo lleno de pétalos de rosa y un compañero infectado, del que sus labios salían las palabras “te quiero”.

Lo siento, Angus, lo siento mundo. Espero que esta guía le sirva a alguien, espero que mi historia no se vuelva a repetir. Espero que algún día me encontréis como encontréis esto que estoy escribiendo. Porque, yo, chicos, no puedo dárosla.


Gracias.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Entrada 4 - [Fragmento sin título]

-No sé cuánto tiempo permanecí parado en ese oscuro lugar, pero realmente lo pasé fatal. “¿Cómo conseguí dejar eso atrás?” Te preguntarás. Y la historia que ahora te narraré es una de las más importantes de mi vida, así que, presta atención: Remontémonos cuatro años atrás. Estaba cómodamente en el lugar donde se cometió ese crimen –ese crimen del que todos somos testigos, y en parte cómplices-, pensando en todo lo que hacíamos antes de cometerlo, cuando de repente, otro adulto se acercó a la escena. “¿Hola? ¿Hay alguien?” Preguntó. Obviamente hice de lazarillo del extranjero, guiándolo hacia mi persona. “¡Dios mío! Llevo muchísimo tiempo andando, no sabes cuánto llevo sin hablar con una persona. Empezaba a pensar que era el único por estos lugares…” Dijo con  pena. Le contesté que no, que seguramente había más personas  como nosotros, pero que como yo no había abandonado mi <<zona de recreo>>, no me había topado con nadie. Rio en voz baja, supongo para no herir mis sentimientos, por lo que dijo: “¿Cómo fue? Perdona la pregunta…” Intenté evitar la respuesta tanto como pude, y aunque él insistía formulando preguntas redundantes que no obtuvieron resultado, conseguí darle esquinazo preguntando por cuáles eran sus objetivos –pregunta por la que también me disculpé al formularla-. “Bueno, me hubiese gustado llegar muy alto. Tan alto y lejos como ningún hombre ha llegado y llegará jamás. Pero en mi <<zona de recreo>> se quedó este sueño, como muchas tantas cosas” respondió apenado. También me contó que desde que abandonó la escena del crimen ha estado andando, y que yo he sido la primera persona que se había encontrado. “Lo que no puedes hacer es quedarte aquí. He escuchado que ahí fuera hay una luz a la que todos llegan, -sino estarían perdidos, como nosotros lo estamos-, así que yo un día me propuse ir a buscarla. ¿Por qué no haces lo mismo que yo? ¿Quieres acompañarme?” Yo –que soy un hombre que no sabe decir “no”-, acepté. Tenía bastante miedo de alejarme de mi <<zona de recreo>>, pero supongo que ya iba siendo hora de hacerlo. Tras un par de meses caminando –intercambiándonos palabras para, al menos, no perdernos el uno del otro-, exclamó: “¡Al fin! ¡Ahí está!”. Nunca lo había notado así, parecía haber vuelto a ser un niño de nuevo –supongo que hasta le brillaban los ojos-. "¡Veo la luz! ¡Veo la luz! Sabía que todo esto valdría la pena". Pasé unas cuantas horas felicitándole y agradeciéndole por todo este tiempo que habíamos pasado juntos. Quizá únicamente buscaba que compartiese un poco de esa luz. Apostaría lo que más quiero en este mundo –aquello que incluso se puede querer aquí dentro- a que lo hubiese hecho. Supongo que no me escuchaba claramente y por eso sigo aquí, vagando como un día él lo hizo. Por eso quiero decirte que salgas de tu <<zona de recreo>>, que me acompañes hasta encontrar la luz. Porque realmente, sí que se puede encontrar. ¿Qué me dices? ¿Hola? Por favor, que alguien me escuche. 
Solo quiero hablar.

sábado, 9 de enero de 2016

Entrada 3 - Eso

Esos besos.
Esos dulces besos dados a escondidas, pensando que nadie mira, que no pararía de darte.

Esas caricias.
Esas caricias acompañadas de la más calurosa mirada, como si lo de delante fuese un verdadero tesoro, que nunca querría perder.

Esos susurros.
Esos susurros acompañados de esa risa tuya, que me hace morir por dentro, que me da la vida a cada momento, que me encantaría escuchar a cada hora.

Esa luz.
Esa luz con la que te brillan los ojos, esa luz que acentúa la decisión de estar juntos como lo más importante del mundo, que querría ver por el resto de mi vida.

Ese cuello.
Ese cuello albino, que cada beso que lo recorre, lo hace más hermoso y que no pararía de besar.

Esa mano.
Esa mano pálida, que se enreda en la cabeza de un enamorado, que jamás podría soltarla.

Eso.
Eso que podría hacer, si yo estuviera a tu lado.

Esos besos.
Esos besos que jamás llegaré a darte.

Esas caricias.
Esas caricias que jamás podré yo brindarte.

Esos susurros, acompañados de la risa que me mata por dentro, porque no soy yo el que le habla a tu oído.

Esa luz.
Esa luz mal acentuada que ojalá no deje de iluminarme, aunque sea errada.

Ese cuello.
Ese cuello, al que como un vampiro, quiero lanzarme y no puedo.

Esa mano.
Esa mano que nos damos siendo nada, que como nosotros, eso representa.



Eso.

martes, 5 de enero de 2016

Entrada 2-Travesía en una barca.

Travesía en una barca

Me gusta navegar, ¿a vosotros no?

Es una sensación emocionante, coger una barca y echarse a la mar.

Empecé a navegar hace bastante tiempo, la verdad, y he rescatado a muchas personas del naufragio. No es nada del otro mundo, sinceramente, solo hace falta dejarles espacio en esta ancha barca y prestarles atención, cuidarlos: la mar es peligrosa y mientras permanezcamos unidos nada nos podrá detener.

Un día, un Compañero me dio la alerta de que dos personas que estaba ayudando se comían nuestros víveres a escondidas. Yo, como capitán de esta nueva tripulación, medié con ellos.
“Es que tenemos mucha hambre, Capitán”, dijeron. A lo que yo respondí: “No pasa nada, Compañero, pero que sea la última vez, porque si no, ¿cómo pensáis que vamos a alimentarnos todos? Tras esto, asintieron y volvieron con la tripulación.
Nos adentramos en una zona peligrosa, donde día a día la fuerte mar causaba dolores de cabeza a nuestra tripulación.

Un día, al despertar, un Compañero vino y me dijo. “Capitán, 3 han abandonado”. Y era cierto. Aquellos con los que había vivido miles de aventuras abandonaron el barco.
Nadie sabe cómo: si se los llevó la celosa mar, si saltaron porque no podían vernos felices, si abandonaron porque les causábamos dolor. Pero los supervivientes continuamos atravesando tormentas
.
Semana después, un Compañero me alertó de que había una barca roja a la vista. Me fijé en ella, y vislumbré una pequeña tripulación de tres personas, pero no tenía los suficientes medios para reconocerlos, así que nos acercamos. Al entrar en contacto, allí estaban, tres personas navegando con una barca similar a la nuestra. Tras compartir unas horas con ellos, risas e historias, volvimos a nuestra barca, no sin antes hacernos la promesa de que volveríamos a vernos.

Por el camino, más tripulantes caían, mi más fiel Compañero lloraba.Yo lo intentaba consolar tanto como podía. Noche tras noche le escuchaba cantar una canción sobre lo que anhelaba a su familia y amigos de la tierra. Tras eso, se echaba a llorar hasta que se dormía. ¿Sobre mí? Yo también tenía canciones que cantar, pero no me importaba, porque tenía a la mar.

Pasaron días, tantos que perdí la cuenta, y ese mar tan precioso, empezó a disgustarle a mi Compañero. “Puedes irte cuándo quieras, Compañero, pero ¿quién cuidará a este cachorro de mar como yo?” le dije. “Pues, podrías ir con los tripulantes de la barca roja, ellos parecían felices”, me contestó. No parecía mal idea, quizá necesiten más hombres, era una barca bastante grande para tan pocas personas, pensé.

“Capitán, volvimos a perder a unos pocos… esta vez fueron unos 10”. Me despertó un día mi Compañero con voz asustada. “No te preocupes, de veras, aquí vinieron porque lo necesitaban, ahora que ya lo han hecho, es lógico que abandonen esta triste barca”, le contesté. “¿Y por qué crees que abandonan, Capitán?” preguntó, a lo que respondí: “Qué más da, Compañero, no se caliente la cabeza con eso ahora. Sabe más que nadie que en esta barca hay otros problemas que solucionar tras la partida de nuestros hombres”. Y tras esto, le dejé cantando una nueva canción sobre su tierra.

Meses pasaron, y a más días en la mar, menos tripulación quedaba, hasta quedar únicamente mi fiel Compañero y yo. “Capitán, no puedo más, quiero volver” dijo. “Hazlo, ¿qué te lo impide?” le contesté. “¿Cree que lo voy a dejar solo? Jamás, Capitán, estaremos juntos siempre, recuerde” dijo mientras sonreía. Tristemente, vi una barca roja. Y digo tristemente porque esa barca estaba llena de tripulantes. 
“¡Capitán, han aparecido!” exclamó “Puede irse con ellos”. “Sí, puedo hacerlo, Compañero, pero, ¿y tú? ¿Qué harás?” pregunté. Y tas una larga espera, respondió: “Volveré a mi tierra, aunque esté lejos. Lo lograré. Por cierto, Capitán, estaría bien que cogiera suministros si se quiere embarcar en un navío nuevo, para así entrar con buen pie”.
Pues así hice, y me dirigí a la despensa. Nada más entrar en ella, escuché unas risas y pensé en la calidez que me brindarían tras mi llegada a esa barca. 
Las risas se apagaron, cosa que encendió mi curiosidad, y salí de la despensa a ver qué sucedía.


Únicamente encontré a un hombre desnutrido solo, después de años en la mar, acompañado de su barca roja.