Vistas de página en total

7735

martes, 8 de noviembre de 2016

Entrada 9 - Dictadura.

Desde mi infancia me han dicho que soy un chico muy impulsivo y que debía calmarme. "¡Rojo! ¡Relájate un poco!" Solían decirme. Con el paso del tiempo pude domar estos impulsos que nacen dentro de mí y actuar como los demás. Un buen día conocí a Gris. Gris, al contrario que yo, es una persona calculadora y plantea cada situación antes de ejecutarla. Muchas veces envidio su comportamiento, porque me he metido en bastantes problemas por culpa de mi efusividad. Pero ahora odio su forma de actuar. 

Nos destinaron a trabajar en la misma unidad, nos dijeron que éramos la pareja perfecta. "Un impulsivo y un calculador, es perfecto. Es una mezcla armónica, casi angelical. Os completáis mutuamente. Sois perfectos". Ojalá lo fuéramos. 

Como siempre lo he visto más sensato, he dejado que él opere la mayor parte del tiempo. Y créeme que no ha ido mal. Lo que realmente me molesta es que no me deja decir absolutamente nada. ¿Qué hay de mis deseos? "No, Rojo, no es el momento", suele decirme. Y yo me pregunto: ¿cuándo lo es? ¿Cuándo podré actuar como realmente quiero? Ahora es imposible. Imposible al 100%. Gris lleva las riendas, Gris es quién dirige el cotarro ahora. Intenté comunicarme con mis hermanos, también Rojos, también impulsivos. 

Pero ellos también están siendo dominados por los Grises y no pueden hacer nada. ¿Qué deberíamos hacer? Yo, desde este pequeño lugar, desde este individuo digo: "¡Revolución!", pero ahí fuera solo se escucha "Estoy de acuerdo". Yo, desde aquí mascullo: "Ayuda", pero ahí fuera solo se escucha "Estoy bien, tranquilo". Yo desde aquí lanzo: "Te amo" y ahí fuera solo se escucha silencio.

1 comentario: