Pues sí, llega la época
y con esta poesía, que ella es
poca,
quiero echarlo todo, quiero
debocar,
todo lo que a mi mente viene, todo
lo que me evoca.
Vamos.
Yo recuerdo, salir por la
tarde a la Asamblea
con todos mis colegas en busca
de pelea,
con armas refrescantes cada
cual más fea,
con la ropa tan mojada que aún
chorrea.
Yo recuerdo, que las noches
siendo días
de ser las diez y media y
haber sol todavía;
de reírnos de ese hombre que
quería compañía,
de arrepentirme de eso desde
la lejanía.
Yo recuerdo, cuando me
enterraron en la arena
mi madre se reía cuando a mí
se me salían las venas,
mi madre que ha luchado por
que haya siempre cena,
mi madre que se merece la luna
cuando está llena.
Yo recuerdo, pegarme muchos
vicios
a ese juego perfecto donde
defiendes en los juicios,
a ese juego de la wii para
hacer ejercicio,
a esos juegos que volvería
jugar desde el inicio.
Pero ahora, lo que quiero
recordar.
Y quiero salir por las noches a
cantar una canción
con la chica que se pinta los
labios de revolución,
con la chica que quiero
compartir este guion,
con la chica que aguanta mi
sermón.
Y quiero, sin lugar a dudas
con mis colegas ver pelis que
no sean de sordomudas,
con mis colegas festejar hasta
en las crudas,
con mis colegas siempre porque
no hay ningún Judas.
Y no quiero, porque esto es un
deseo
quedarme dormido hablándote,
aunque suene feo,
quedarme convencido de lo que
amas, mientras comemos oreo,
quedarme porque aún no me he
ido, buscando en las estrellas lo que en ti yo veo.