Hoy quiero brindar.
Hoy quiero brindar por algo
que todos procesamos, por algo que ha estado, está y estará siempre en nuestras
vidas.
Hoy brindo por el amor.
Brindo por todas esas
relaciones de pareja que quieren ser felices para siempre.
Brindo por el amor único e inigualable que sienten por su pareja.
Brindo por esas parejas que
les borran seguidos en Instagram a su chicx –siempre con el consentimiento de
éstos, claro está- porque “como ya me tiene a mí...”.
Brindo por esas parejas que
después de un día de cine, de helado y de puro amor, llegan a su casa y se
masturban viendo cualquier plataforma online.
Brindo por esxs chicxs que
cuando sus parejas les dicen: “Estoy viéndome con alguien” lo primero que
piensan es si se han ido a la cama con esx extrañx.
Brindo por todos lxs amigxs y
familiares que, tras la ruptura, dicen al/a la afectadx: “Si no estás a gusto,
tienes que buscar otra persona en tu vida”.
Brindo por las personas que
apartan a su expareja de su vida porque ya no sienten nada.
Brindo por esos sentimientos
que existían antes de que esas personas fueran pareja.
Brindo por que no fuera
simplemente atracción física y deseo carnal.
Brindo por todas esas personas
que dicen “el sexo es fundamental para una relación”.
Brindo por las personas parapléjicas
que no se podrán enamorar nunca.
Brindo por “mientras esté
contigo, no habrá nadie más en mi vida”.
Brindo por “lo dejamos ayer,
soy libre de follar con quién quiera”.
Brindo por todas esas personas
con pareja, porque no son libres.
Brindo por todas esas parejas,
porque han firmado un contrato.
Brindo porque ese contrato
solo se rompe con una cosa, y no es enamorarse de alguien más, no es conocerlx
e ir a tomar algo todos los días, no es hablar sobre política o el espacio con
ese alguien.
Brindo por el sexo, porque “ha
roto muchas relaciones”.
Pero no brindo por las
personas que practican ese sexo simplemente porque les apetece hacerlo con
alguien que no sea su pareja.
No puedo brindar por esas
personas que “dejan” a su pareja hacer lo que quiera, porque en definitiva es
su vida.
No puedo brindar por mis
pensamientos, por los tuyos y los de los demás, porque no tenemos siempre a la
misma persona en mente.
No puedo brindar porque todos
me miraréis mal.
No puedo brindar porque aquí
soy yo el loco.
Pero no pasa nada, yo brindo
por el onanismo que practicáis en vuestra casa, después de haber follado con vuestra pareja.
Yo brindo por pensar en
acostaros con esa persona que va cada día al bar.
No os preocupéis, que yo ya he
brindado.
ERES GRANDE (aún te pienso vecinito del alma)
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