Vistas de página en total

sábado, 3 de diciembre de 2016

Entrada 10 - Deseos.

A veces deseo creer en Dios. A muchos de vosotros os puede hacer gracia, pero lo pienso de verdad. Deseo creer que hay algo que nos ha creado, deseo creer que hay algo que decide mi destino, decide quién entra en mi vida y quién se va. 

Deseo creer en un Dios que deja morir a miles de personas cada día mientras otras se bañan en dinero, beben mujeres y mantienen relaciones con champán. 

Deseo creer en un Dios que mantiene en la cúpula a gente codiciosa que engaña a su pueblo y que hace que socialistas que han defendido los derechos de los suyos se queden semi-vegetales, haciendo sufrir a sus familias en vez de alzarlos hacia el paraíso donde tan bien descansan personas importantes.

Deseo que Dios me conteste a todas estas preguntas que tengo en mente y que acabarán matándome por dentro si no lo hago yo antes por fuera. Lo necesito, soy egoísta. Necesito que una fuerza omnipotente, omnipresente y omnisciente calme nuestras almas en este supuesto "mundo de sufrimiento" donde la igualdad de género es vapuleada como un sucio felpudo que contiene barro de esos agricultores que nadie escucha porque estamos demasiado ocupados pensando "qué cenaremos" mientras estamos almorzando. 

Deseo creer en Dios para no quedarme sin palabras al ver ángeles en este mundo, ángeles que aunque duerman en camas de otros, tengan el corazón entregado o hayan cambiado de peinado hagan sentirme tan diminuto con su belleza como esos versos que tanto me gustan. 

Deseo poder entender esos versos y entender a esos ángeles tanto como deseo poder creer en ti, en tu fuerza, en tu bondad.

Deseo arrodillarme y rezarte como aquellas tantas tardes cuando me arrodillaba para  ascender a otras personas al cielo con mi boca.

Deseo llegar al cielo y besar tu boca, oh, Dios mío; que sin ser mío ni un solo día te deseo más que a mi primer amor en esos tiempos o esos abrazos que mi abuelo me brindaba en su cama.

Permitidme, que ya puestos a desear, desee que vosotros creáis en Dios por mí porque yo no puedo. 

Creed en ese Dios que todo lo puede hacer cuando yo no pueda hacer nada. 

Creed en ese Dios que en todos lados está cuando yo no esté. 

Y si no podéis creer en Dios, deseadlo. Deseadlo como yo lo hago para no tiraros hasta las 3 de la noche en un bar, olvidando a los suyos. Deseadlo aunque no creáis que no exista, por favor. 

Así no seré el único acólito de esta religión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario