Vistas de página en total

sábado, 16 de diciembre de 2017

Entrada 21 - .

Empezó bastante mal el año. Una borrachera me hizo olvidar la primera madrugada del mismo. No andaba muy fino. En mi cabeza solo sonaban injusticias por las que me quería quitar la vida, pero gracias a una llamada no lo hice. No sé si es mi ángel de la guarda o algo, pero me salvó y le estoy eternamente agradecido. Entrada la noche, me reuní con la persona que más ha influido en mi vida y se lo conté todo. Me abrió los ojos y escribí una carta agradeciendo la vida.

Abandoné la carrera que estaba cursando cuando llevaba la mitad de curso. “Los mejores años de tu vida” me repitieron durante tantos años que no quería creerme que lo que estaba haciendo era sufrir. Me agarré a un clavo ardiendo cuando en realidad no tenía ni dedos para hacerlo. Lo que más me duele es haber abandonado las personas que allí conocí. No sé por qué se me encharcan los ojos cuando escribo sobre ellxs. Supongo que porque no estoy a su lado. Porque me lo pasaba genial. Porque son geniales, no sé. Lo que sí sé es que son buenas personas y que les quiero.

Hablando de querer, me encontré con un lío en la cabeza hasta que me di cuenta de que el lío lo tenía en el corazón. Mientras que desde las estrellas me follaban la mente, Dios me brindó algo de su tierra y me hechizó hasta el día de hoy. Entre lxs dos repartí mi corazón hasta que me quedé sin. O eso pensaba.

Hice todo lo que pude para que mis alumnxs se llevaran algo bueno de las clases que impartía en el instituto. Entre lágrimas me despedí de una profesora increíble y empecé a hacer castillos en el aire sobre una obra de teatro que se quedó en el cajón de sueños rotos.

Transformé mi dieta a vegana al 100%. Me odiaba por ser tan hipócrita de consumir lácteos y derivados y condenar la explotación animal. Muchxs de vosotrxs no lo sabéis, pero ayer me derrumbé en los brazos de un amigo por no entender por qué consumimos carne. Pero me estoy adelantando.

Me contrataron en un bar en el que sigo trabajando. No es el mejor trabajo del mundo, pero tampoco el peor. Me gusta dentro de lo que cabe: puedo hacer reír a la gente habitual –y no tan habitual- que se deja caer por allí. Pero sobre todo, trabajo con buenas personas, que es lo que más me gusta.

Llegó el noveno mes del año, y el primer fin de semana se hizo uno de mis sueños realidad. Publiqué un cómic. No a la  venta, no me hice rico. Pero escribí el capítulo 1 de El Héroe mientras mi hermano se partía la mano dibujándolo. Al final tuvimos que publicar el capítulo 0. Nos faltaba tiempo y revisiones, aunque ha sido lo mejor que he hecho en todo el año y mis ojos se vuelven a encharcar por ello. Ahora está estancado. No podemos avanzar. O no le ponemos mucho empeño. Quizá las dos cosas o quizá ninguna.

Me fui locamente a Madrid con una amiga. Allí volví a abrazar a una amiga que siempre tendrá mi corazón. Pude ver arte con ella, donde casi lloro; y brindamos con cafés helados nuestra amistad. También conocí cabras locas que me acogieron en sus casas. Cubatas, risas y una última comida. Lágrimas, un abrazo enorme y planes de viajes en el aire.

Empecé un nuevo curso. Estoy enamorado de él, aunque tristemente solo pueda ir un día a clase. Por ese mismo hecho no tengo lazos estrechos con nadie de clase, y es una pena porque todxs tienen un potencial que lo fliparíais. En el curso me enseñan a cómo escribir un buen guion, poniéndome ejemplos de los que me he enamorado como un puto inútil. Al final del curso debo presentar un guion de largometraje escrito. Tengo muchas ideas en la cabeza, pero ninguna me convence realmente. No sé si porque no las he escrito y son algo etéreas o porque no son las correctas.


Me vi envuelto en una pelea recientemente. Yo no pegaba ni estaba en ninguno de los dos bandos. Yo solo intenté separarlo, que no fuese a más. No lo conseguí. La pelea acabó con un muerto y con dos familias más rotas de lo que estaban. No logro quitarme de la cabeza un gesto que vi en esa pelea. Tiemblo cuando escribo esto porque tengo miedo a la muerte. No amo la vida, no mucho. Os amo a vosotrxs, y llamadme cobarde o algo pero no me he ido aún porque os quiero.

Conocí a una persona genial hace poco. No tengo nada más que decir, solo eso. Quizá que no quiero que acabe como todo. Como todo lo mío, quiero decir. Como mi carrera o mis amigxs de universidad. Como mi estrella o mi musa. Como cuando se marchó Ester. Como acabé ayer llorando en los brazos de Dani. Como la obra de teatro, como el cómic. Como mi vida en general.



Gracias si has llegado hasta aquí. Gracias a los que se cansaron a los 2 minutos y gracias a los que simple y llanamente entraron aquí. La única excusa que tengo en mi mente para justificar este texto es porque quiero desahogarme y compartir con todxs vosotrxs lo que he arrastrado. No me malinterpretéis, no quiero daros pena, sino todo lo contrario: os animo a que os desahoguéis. Llega Navidad, así que dejad que se cumpla mi deseo, ¿vale? Contadme las cosas que os preocupen, por favor. No quiero que acabéis como yo a principios de año. No quiero que acabéis el año como yo.

11 comentarios:

  1. Asi da gusto entrar a currar <3

    ResponderEliminar
  2. Eres un crack, ojalá tener el talento que tienes tú para escribir, att: pelorosa ♡

    ResponderEliminar
  3. Amigo invisible:

    Hacía tiempo que quería entrar en este blog puesto que yo también soy un gran noctámbulo y sentía curiosidad por saber que contenía. Antes de nada, quiero felicitarte por pensar, por sentir y por plasmarlo, por desgracia tapamos demasiado nuestros sentimientos hoy en día, especialmente los hombres. He leído durante esta noche todas tus entradas del blog porque he visto un fragmento de esta entrada en una historia de Instagram -así de rara es la vida- y he sentido la necesidad de escribirte un mensaje largo (AVISO DE QUE ES MUY LARGO, INCLUSO TIENE DOS PARTES) y de conocerte un poco más mediante tu blog. Obviamente puedes ignorar este mensaje, nace del puro altruismo, por eso escribo en anónimo, aunque la contradicción humana también hace que, en cierta parte, quiera que sepas quién soy y por ello no haré un gran esfuerzo en ocultar mi identidad.

    Puedes pensar que soy un egoísta y que me quiero hacer notar en tu vida, y yo te digo que es todo lo contrario. Solo quiero hacerte ver que los pequeños momentos con personajes que quizá pienses que no has sido nada para ellos, realmente sí que importan porque al fin y al cabo, de momentos está hecha esta película.

    No olvides que eres el personaje secundario de muchas películas y recuerda que aún no han salido los créditos.

    Estoy convencido de que eres consciente que acabo de citar textualmente dos párrafos tuyos de una entrada de hace más de un año, los he escogido intencionadamente puesto que encajan a la perfección y estoy tremendamente de acuerdo con esas palabras. Pero este no ha sido el único motivo, escojo palabras tuyas porque quiero que sepas que tú eres tu mejor consejero. Con frecuencia nuestros mejores consejos y reflexiones caen en el olvido cuando es momento de aplicarlos para nosotros mismos.

    Ojalá todo lo que voy a decir sirva de algo para ti, ojalá la trama de tu vida sea tan complicada que aún con lo poco que hemos vivido juntos y aún con la poca importancia que he tenido en la trama, te ayude en algo. Tú, como personaje secundario me has alegrado días con gestos aparentemente muy estúpidos a pesar de las situaciones tan esporádicas en las que nos encontramos por la calle, por ello quiero intentar devolvértelo. Sé que no quieres ser el centro de atención, sé que no pides ayuda, pero mi alma empatiza irremediablemente con la tuya porque eres un ser humano y yo intento serlo cada día más. No conozco en profundidad tu situación, pero sé que color tiene el dolor.

    Como decía al principio demuestras que sientes, y de verdad deseo que te alegres de ello, siéntete alegre de sentir, incluso aunque duela, porque aun así es preferible a la indeferencia a la que la sociedad está sumida. Como Mímí, que solo siente y se emociona con la desgracia lejana pero no con el dolor de gente que le rodea. Debes sentirte alegre también porque conoces muchísima gente -a cuántos amigos/as has podido dedicar un poema...- y, quizás te sientes solo, pero recuerda que cuándo nosotros tiramos los altramuces, alguien nos persigue, los recolecta y se come las cáscaras. A veces no valoramos lo que tenemos, aunque sea muy obvio.

    Yo he pasado años como los tuyos me he quedado sin pilares que sujeten mi plataforma, sabes que existe la luz, saldrás de tu zona de juego, es cuestión de tiempo. También yo he pensado en quitarme la vida, le he perdido el sentido completamente, he querido creer en Dios. Al fin y al cabo: "Solo son vidas, ¿te has parado a pensar que parecidas son la tuya y la mía?" -ni me molesto en decir de quien es porque creo que conoces al autor de esta frase, de lo contrario, te recomiendo buscarlo-. Es por eso que aún empatizo más contigo.

    ResponderEliminar
  4. Ahora intentaré ser más específico (menuda introducción, eh?) e intentaré responder a tu entrada. Abandonaste la carrera, no es un fracaso, aprendiste de ella el tiempo que estuviste seguro, aprendiste. Conozco a muchísima gente que la abandona o se cambia -yo estoy en el segundo caso y me alegro mucho de haberlo hecho- y en nuestra sociedad "equivocarse" está mal visto, yo me pregunto como podríamos aprender sin equivocarnos, no hay nada más positivo que ello. Si te arrepientes de haberla abandonado, no deberías. Las compañías son duras de perder, pero a veces vuelven y a veces simplemente se van, lo importante es que permanecen dentro de nosotros.

    Mencionas haber conocido a alguien genial, pero yo añado que esa persona también ha conocido a alguien genial. Es muy obvio y muy cursi, pero te ha conocido a ti. Si de verdad no quieres que acabe como todo acaba en tu vida según dices, primeramente has de saber que tú puedes controlar lo que tú haces, no lo que hacen los demás. Sí, es una obviedad como un castillo, pero a veces se nos olvida. No somos responsables de lo que en la vida ocurre -aunque sentir remordimientos nos hace grandes, también lo digo por la pelea que presenciaste- nuestra única obligación es hacerlo lo mejor que podamos. Estoy convencido de que en aquella pelea y en todas las situaciones de tu vida, lo has hecho lo mejor que has podido, por lo tanto, si debes de arrepentirte de algo, que sea de tus arrepentimientos, como dice Lechowski.
    En segundo lugar has de saber que si has conocido a alguien genial piensa en positivo -es super gracioso que lo diga yo porque durante mucho me he reído increíblemente de esta idea-, con ella y con todo, parece una gilipollez pero intentar ver la vida de otro color aunque veamos el gris, alivia. Y sé que parece extraído de un libro de autoayuda pero de verdad, las autoprofecías se cumplen. Quizás no sea siempre, pero incluso puestos a que algo salga mal, para qué sufrir todo el rato pensando que va a salir mal?

    Por otra parte y a su vez por la misma, finalizar o comenzar un año inevitablemente nos conduce a hacer un balance, y equívocamente solemos mirar todo lo que no hemos hecho, en lo que hemos fallado, lo que hemos perdido. No podemos caer en este error, hay que invertir la cognición, lo malo es tan solo un telonero de lo que nos queda por vivir y por sentir. Si no hubiese odiado tanto o más la vida como tu, no me atrevería a decirte todo esto, no quiero ser aleccionador porque yo no tengo respuestas, tan solo tengo preguntas, pero no pierdas la esperanza aunque sea un cliché.
    Preguntabas en una entrada que cuando perdíamos la bondad que caracteriza la infancia, yo creo que el mismo día en el cual perdimos la inquietud. En tus textos se palpita esa curiosidad, no pierdas el hambre por saber, se acaban encontrando respuestas y es muy obvio, pero cada uno tiene que encontrar la suya.

    Si has llegado hasta aquí también yo te lo agradezco igual que lo haces tu al final de la entrada. Por último solo quiero enviarte muchos ánimos con tus nuevos estudios y con tu cómic y darte la enhorabuena por todo este año; por haber ido a Madrid y haber vivido experiencias con una amiga, por haber impartido clases, por haber cambiado tu dieta al veganismo y tener esa consciencia ética y por trabajar en un bar donde seguro que alegras el día a mucha gente.

    Att: Un amigo invisible

    ResponderEliminar
  5. Ha sido un agrado toparme con un talento en palabras. Agrado de encontrar gente tan lejos y tan especial, que me hace sentir parte de algo. Tus palabras fueron intensas. Mi reaccion, agua sobre mis parpados. Me lo seguis repitiendo "no sera la ultima vez que trabajemos juntos" y espero que asi sea.
    Espero leer mas de vos, espero conocer ese comic que compartiste, espero mucho de lo mejor para vos y todos los que te quieren.

    Con un lapiz en la garra, Bestiarock.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eres un artista enorme, Bestiarock.
      Me emociona leer tus reacciones y no puedo pensar en lo que se viene en el futuro.
      El año que viene, si me propongo hacer otro texto como este el año empezará genial porque tendré tu trabajo en mis manos.

      Un abrazo enorme,

      Adri.

      Eliminar