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martes, 13 de diciembre de 2016

Entrada 11 - Mímí

Un día como otro cualquiera, Mímí iba dirección a la estación para coger el tren que le llevaría al trabajo. De camino se encontró a un señor estropeado y afeado tirado en un banco. A Mímí no le importa cómo vaya vestida le gente, sabe que realmente lo que importa está en el interior. Cuando el señor se levantó y se dirigió hacia Mímí, ésta no preguntó por su estado ni le ofreció ayuda. Simplemente sacó su smartphone e hizo como si le llamaran.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Ya una vez en el tren se encontró con un compañero de trabajo. ¡Su compañero no es muy agraciado, pero se lo quiere un montón! Se conocieron hace cinco años en la oficina, y desde entonces son buenos amigos, ¡suelen quedar incluso para ir al cine y cenar a solas! Mímí desea encontrar algún día a alguien como su compañero, y mientras él acaricia su mano y le mira a los ojos, ella piensa en lo que hará después de cenar.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Cansada, Mímí marchó de compras. De camino, un hombre le paró por la calle preguntándole si estaría dispuesta a colaborar con una ONG. Mímí aceptó y dejó su mail para que le llegase información. Acto seguido, se despidió de ese hombre que pasa gran parte de su día luchando por el tercer mundo. Justo después, Mímí entró a una tienda de la compañía Inditex.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Ya en la cama, Mímí recibió un vídeo de su mejor amiga que le incitaba a verlo justo al instante. Mímí abrió el archivo y no pudo evitar llorar ante la tortura que en esa perrera sucedía. Mímí se secó las lágrimas y contestó a su amiga con las peores palabras mal sonantes sobre los agresores de ese vídeo, y tras eso, Mímí, apagó la pantalla del móvil.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Mímí estaba realmente cansada, pero no podía dormir. Por eso, encendió el televisor únicamente para distraerse. En la pantalla salía un anuncio sobre la integración de los refugiados en su ciudad. Mímí no le dio la más mínima importancia hasta que un “Últimas noticias” mostraba el atentado que estaba ocurriendo en el país vecino. Mímí, nerviosa miraba con atención la televisión hasta que se quedó dormida bien entrada la madrugada.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

Mímí se despertó exaltada. En su pesadilla despedían a su hermano de la fábrica dónde trabajaba y se iba a vivir con ella. Mímí estaba un poco acelerada, porque sabía que con el gobierno actual, esa situación era posible. Una vez calmada se dirigió al trabajo nuevamente, encontrándose de camino con una manifestación en contra de las medidas del gobierno. Enfadada, Mímí tuvo que andar hacia la siguiente estación para coger su ansiado tren.

Mímí quería de corazón
Mímí quería de verdad
Pero por alguna razón
Mímí no tuvo piedad.

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